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Mostrando las entradas de mayo, 2024

Respuesta a la carta de Belle Gunness

 (Para contextualizar, Belle Gunness me invita a mi, Jorge Rafael Videla, a organizar trafico de organos) Querida Belle, Lamento decirle que no soy un hombre capaz de cumplir sus deseos. Soy un oficial de estado, un reconocido militar en la historia de nuestro país. Su insinuación implica crímenes que no me vería capaz de comenter por mi mismo. ¿Realmente le parece lógico que corra el riesgo de verme implicado en una atrocidad así? Usted sabe que tales podrían ser considerados crímenes de lesa humanidad, tal cual sucedió en el Holocausto. Me niego a verme implicado en algo como tal, sin importar los valiosos fines de lucro que entiendo supone. A pesar de que este podría hacerme reflexionar, mi situación en el gobierno no es la mejor, por lo que debo ser firme en la negativa. Le recomiendo hable con mi secretario y no conmigo de esta situación. Recuerde, cuando el arriero es malo le echa la culpa a los burros. Coordiales saludos. Jorge R. Videla

Cuento policial

Era una noche oscura en la Ciudad de Buenos Aires, caminaba muy tranquilamente por la calle, ignorando las alertas de alta delincuencia en mi zona. Honestamente, estaba acostumbrada y creí que nunca sucedería nada. Solía salir a pasear a mi perro negro, Bostón, cada noche luego de cenar, quizas un hábito peligroso, pero era el momento que mas disfrutaba de mi día. Siempre recorría las mismas calles, iba de Balcarce hasta Paseo Colón y la Facultad de Ingenieria, hacía dos cuadras a la derecha y volvía dando la vuelta completa. Siempre el mismo camino. Conocía a los fisuras del barrio, ya hasta me saludaban. No les temía, ¿qué me iban a hacer? Nunca dudé de mi integridad física pasando por estas calles hasta ese día. Pasaba por una de las esquinas usuales cuando veo a estos mismos vagabundos peleando y gritando, revoleandose cosas y corriendo para todos lados. Reaccionó de forma tranquila e indiferente, y sigo caminando. ¡Pero para que! No mas tardar un segundo un enano que yo creía de...

Foto del archivo familiar

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En esta foto de mi archivo familiar, se encuentra mi tía abuela probablemente en 1935 o 1936 siendo aún una niña. Se encuentra en la calle con su ropa habitual para una niña de la época: un vestido con una estampa a rayas del cual desconocemos su color, un peinado recogido con un moño bien prolijo, zapatitos acorde a su vestidito, y una de las cosas que mas llaman la atención: los guantes blancos y pulcros en una niña tan chica. A si mismo, la niña tiene una tela blanca en la mano que no llego a comprender que es.  

Cuento del pecado

Malena siempre fue una amante de los útiles y elementos escolares. Hoy es adulta y valora cada marcador con toda su vida y siempre lo concibió así pero, por menor que parezca,     esto le causó muchos problemas en su infancia.   A comienzos del 2010 con tan sólo 5 años empezó primer grado con una cartuchera llena de útiles nuevos que le había comprado su mamá. Llego con su mochila rosa de carrito de tres cierres, la última moda entre las nenas del colegio. Ya empezar la primaria era todo un furor. Malena era nueva en la escuela, y no tenía amigos aún pero tenía una personalidad súper extrovertida y charlatana, y sumado a eso, acababa de tener una hermana menor, por lo que estaba aprendiendo a tener responsabilidades de hermana mayor y formando su carácter de manera muy clara y firme. Sin perder el tiempo, en el curso comenzó a prestar y pedir prestado los lápices de colores de sus compañeros que siempre habían sido devueltos por inercia. Con el pasar de los días, se dió c...

Inicios de autobiografía

  Desde muy chica tuve tanto la escritura como la lectura muy presente. Mis papas siempre insistieron en que lea así que un paseo anual que nunca podía faltar era ir a la feria del libro y comprar libros que duren el póximo año hasta la siguiente y así sucesivamente. Esto sucedió desde que tengo memoria, y cuando llegue a la adolescencia ya tenía yo misma la iniciativa de leer. Creo que tuve dos hitos respecto al campo comunicacional y la escritura. Ambos surgieron cuando llegue a primer año del secundario, primero tuve que leer un libro llamado "El inventor de juegos" de Pablo de Santis, y como lo trabajaron varios cursos el colegio decidió invitarlo. Como gran fanatica, compré y leí la trilogía de este libro, y cuando la profesora planteo que podíamos hacerle preguntas al autor fuí la primera en saltar como loca. Fuí la única de mi curso que participó, le realicé preguntas de los libros y de su vida como escritor y me sentí totalmente realizada. Fue un gran primer acercamie...

Autoevaluación

 Bueno, honestamente me pasa que me esta costando llevar la materia al día porque, a pesar de que me encantan las propuestas, me toman mucho tiempo de hacer y sobre todo de pensar y al ser varias avanzo a poquito pero aún así me esta agradando el práctico del taller.  Por momentos siento que me falta teoría para hacer los cuentos de una manera mas estructurada o prolija ya que es muy dificil seguirle el hilo al teórico y siento que me faltan herramientas para realmente crecer como escritora, pero no importa!! Le damos para adelante como se puede. Auto critíco que necesito dedicarle mas tiempo a la matería sin dejarla de lado por las de estudio ya que no estoy disfrutando al 100% el proceso de escritura por andar escribiendo a las corridas o presionada para tener algo listo lo antes posible. 

Carta a Roberto Fontanarrosa

  Jorge Rafael Videla - Descripción gráfica del personaje. Hombre adulto, avejentado y con arrugas. Flaco, alto, siempre vestido de forma impoluta. Con mirada desafiante y arrogante a la vez, siempre serio y con delirios de grandeza en su caminar. Militar y dictador de nacionalidad argentina, principal responsable de la organización y perpetración de crímenes de lesa humanidad durante los años 1976 y 1983. Carta a Roberto Fontanarrosa: Roberto, buenos días querido. Mi nombre el Jorge Videla, supongo que sabes quien soy, podés tutearme si queres. Espero que estes bien, te escribo de manera extra oficial así que te pido máxima discreción al respecto. Me salteé un par de protocolos para escribirte, pero honestamente, me gustaría hacerte un pedido personal en pos del bien de los argentinos. Supongo que te enteraras como todos, el desastre del país, como estos comunistas han arruinado nuestra patria. Se nos está complicando un poco controlarlo viste, tengo oficiales que se les está ye...

Entrevista por la memoria.

Nombre, Apellido y Edad al año 1976. (Opcional, puede responderse de forma anónima) "Hilda Livia Crisorio, en 1976 tenía 42 años." ¿Qué etapa de tu vida estabas viviendo cuando arrancó la última dictadura militar? "Vivia en la ciudad de Bahia Blanca por razones de trabajo de mi esposo. Era docente pero me dedicada a la crianza de mis 3 hijos (12-10-6 años) y especial cuidado a causa de la situación política generada por un gobierno débil y vergonzante." ¿Cómo era tu cotidianeidad yendo a trabajar? "No trabajaba fuera de mi casa. El traslado a B.B. produjo que no consiguiera ubicación en la docencia ya que mi nombramiento no era efectivo. (Era de marzo a diciembre)." ¿Qué cosas distintivas recordas que no se podían hacer? "No se podía transitar sin el DNI, tanto mayores como menores. Vivia en la zona céntrica y las calles eran patrulladas por el ejército o la marina continuamente, es decir, a toda hora. Muchas veces se oía de noche el estallido ...

El chico sucio - Mariana Enriquez

Esta historia, más bien de genero gótico o de terror, relata como la protagonista decide vivir en la casa familiar en el barrio de Constitución en Buenos Aires, Argentina. Allí, nos cuenta los diferentes hábitos que ella adquiere en base a lo peligroso que es este barrio, y a su vez, desarrolla los distintos crímenes que suceden a diario en este. A través de un gran desarrollo descriptivo, la autora nos hace adentrarnos en el ambiente de constitución: en su arquitectura, sus calles, su gente y sobre todo su delincuencia. Un día, un chico sucio que solía vivir en la esquina de su casa con su madre, toca la puerta de su casa asustado y solo, ella lo lleva a tomar un helado preguntandose que hacer para luego volver y encontrarse con su madre combativa reclamando a su niño. Luego de este día, el chico sucio y su madre desaparecen, a lo que la protagonista queda impactada pero decide ignorarlo ya que no dejaban de ser personas que vivían en la calle y podrían trasladarse. Al pasar los dí...