Cuento del pecado
Malena siempre fue una amante de los útiles y elementos escolares. Hoy es adulta y valora cada marcador con toda su vida y siempre lo concibió así pero, por menor que parezca, esto le causó muchos problemas en su infancia. A comienzos del 2010 con tan sólo 5 años empezó primer grado con una cartuchera llena de útiles nuevos que le había comprado su mamá. Llego con su mochila rosa de carrito de tres cierres, la última moda entre las nenas del colegio. Ya empezar la primaria era todo un furor. Malena era nueva en la escuela, y no tenía amigos aún pero tenía una personalidad súper extrovertida y charlatana, y sumado a eso, acababa de tener una hermana menor, por lo que estaba aprendiendo a tener responsabilidades de hermana mayor y formando su carácter de manera muy clara y firme. Sin perder el tiempo, en el curso comenzó a prestar y pedir prestado los lápices de colores de sus compañeros que siempre habían sido devueltos por inercia. Con el pasar de los días, se dió cuenta la fasci